Dicen que enamorarse es un acto reflejo, como tener miedo.
Yo fui una niña sin miedo, no me asustaban los fantasmas, ni los monstruos, ni la oscuridad.... podía enfrentarme a las niñas de quinto segura de que no me quitarían la merienda. Y así, hasta hoy. Segura de quepuedo coger una Magnum y avanzar por un callejón vaciando el cargador porque no es eso lo que me da miedo.
Lo que me aterra es decir que sí a algo que no podré cambiar mañana. Pensar en un sofá para toda la vida, en un crédito hipotecario, en una declaración conjunta o en un "está tarde tenemos que hablar". Buscar colegios y canguros y pensar en un lugar para vivir cuando ya no tengamos pulso para sujetar una Magnum.
Y, de pronto, todo ese terror se empieza a difuminar como el looping de una montaña rusa y eso ..... es la felicidad.
Pepa - Los hombres de Paco
fuente: antena3
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